Resumen:
La seguridad del paciente es un problema vigente y actual, de gran importancia en la atención sanitaria. La implantación de una cultura de seguridad lleva a un cambio de hábitos en todos los procesos y centros de responsabilidad. Es un camino extenso, lento, trabajoso, que exige esfuerzo, persistencia y compromiso, pero cada vez más necesario e imprescindible en la gestión hospitalaria.
Los avances en la seguridad del paciente han sido excesivamente lentos, obstaculizados por falta de claridad con respecto tanto a la definición como a la metodología estándar para evaluar el daño que se le hace al paciente en atención. Entender las causas del error médico y las estrategias para reducir el daño es sencillo en comparación con la complejidad de la práctica clínica. Por otro lado, las intervenciones a favor de la seguridad del paciente no tendrán éxito sin una cultura que sea receptiva a esa seguridad.
Esta cultura sólo puede tener lugar con líderes organizacionales e individuales comprometidos que comprendan la importancia de la seguridad del paciente. Para que esta transformación cultural ocurra es esencial convertir a los grupos de individuos expertos en equipos de expertos. Las vías estratégicas para acelerar el mejoramiento futuro de la seguridad del paciente incluyen cambios fundamentales en la educación para la salud, participación del paciente, transparencia, coordinación de la atención y mejoramiento del espíritu de equipo del personal de salud
Palabras claves: pacientes, bioseguridad, clínica