Uso del teléfono móvil y su relación con la saciación, ingesta y preferencia por un alimento en estudiantes de 18 a 25 años de la universidad del sinú, seccional cartagena

Abstract

A lo largo de la vida y la evolución humana se han visto diversos avances tecnológicos, desde el comienzo de la segunda guerra mundial se dio un crecimiento exponencial en el desarrollo de este campo (García et al., 2013), dando origen a la cuarta revolución industrial o tecnológica que se mueve desde la digitalización, el manejo de grandes volúmenes de información (Big data), la inteligencia artificial (IA), la robótica, las neurociencias y la biotecnología, hasta llevar a la transformación de sociedades físicas a digitales (Martínez, Palma, & Velásquez, 2020). El uso de la tecnología es masivo, hoy en día existen 4.901 millones de usuarios de los servicios digitales (ITU, 2021), en donde más de la mitad de la población mundial accede a estos mediante un teléfono móvil. A nivel de Colombia en enero del 2022, fueron reportados 35,5 millones de internautas (Data Reportal, 2021). Adicionalmente, se ha identificado que los principales usuarios de los teléfonos móviles son jóvenes entre las edades de 15 a 25 años, grupo en el que se ubican la mayor parte de los estudiantes universitarios (Fortunati & Magnanelli, 2002), aunque los dispositivos móviles ofrecen ventajas como el estímulo de experiencias de aprendizaje grupal e individual, uso de tecnologías de comunicación e información, portabilidad, funcionalidad, entre otros (Zamora & Benavides, 2020), diversos autores coinciden en que cerca de la mitad de la población universitaria son dependientes al teléfono móvil (Ruis et. al., 2021), incluso son comúnmente utilizados en actividades cotidianas como conducir o trabajar. Así mismo, el uso de herramientas tecnológicas viene tomando parte a la hora de comer, generalmente es más común en universitarios jóvenes y lo usan como método de entretenimiento de tipo visual (Chávez, 2018), esto supone un problema, ya que, al ser un distractor de la atención incide de manera directa en la cantidad de alimentos que ingiere una persona (Hetherington, Anderson, Norton, & Newson, 2006). Además de aumentar la preferencia por alimentos altamente calóricos (Mata et al., 2019). Trayendo como consecuencia el aumento del riesgo de padecer sobrepeso u obesidad y otras enfermedades crónicas no transmisibles Un estudio realizado en estudiantes universitarios en Chile arrojó que aproximadamente el 75% de los estudiantes llevaban una alimentación poco saludable con un alto consumo de alimentos azucarados (68%) y embutidos (62%) y solamente el 50% de los encuestados consumían frutas y verduras diariamente (Mardones et al., 2017). Sumado a esto, este tipo de población es la que más utiliza los teléfonos móviles lo que los convierte en un grupo de riesgo.