Resumen:
El estilo de vida hace referencia a la manera cotidiana de vivir del ser humano. Se ha relacionado potencialmente con la salud y significativamente con el ambiente de la conducta y motivacional; es decir, alude a la forma particular en que las personas se realizan como ser social por medio de situaciones o condiciones específicas (Tala et al., 2020). De acuerdo con lo anterior, el estilo de vida comprende aspectos fundamentales en la vida del ser humano, como las prácticas alimentarias, actitudes, comportamientos y la toma de decisiones ante distintas circunstancias en las que este se desarrolla tanto en sociedad o mediante sus actividades diarias, las cuales son susceptibles de ser modificados. Se considera que el estilo de vida saludable está asociado con una buena alimentación, el peso corporal, la práctica habitual de actividad física, abstinencia al consumo de alcohol y tabaco, entre otros (Gómez Cruz et al., 2016). De acuerdo a estos factores, se relaciona que estos pueden influir en la salud y la enfermedad del hombre. En este sentido, es importante mencionar que la personalidad abarca una serie de factores que de una u otra forma podrían incidir en el estilo de vida de los individuos, por lo que es necesario evaluar qué tan relacionados pueden estar estos dos aspectos. Entonces bien, la personalidad es el resultado de una serie de aspectos que tanto a nivel psicológicos como biológicos, determinan a una persona y la distinguen de los demás (Salvaggio y Sicardi, 2014). Como se mencionó anteriormente, la personalidad abarca un conjunto de características a través de las cuales se define a una persona, es decir, todo aquello relacionado con los comportamientos y las conductas de cada individuo, se convierten en una especie de cualidades que, de manera muy particular, hacen que las personas sean diferentes a las demás. Cada ser humano tiene su propia forma de actuar ante las diversas circunstancias que se van presentando a lo largo de su vida, y es precisamente la forma en que cada persona responde a esas situaciones lo que nos indica algo sobre su personalidad; teniendo en cuenta que esta es considerada como la manera en que cada ser expresa y realiza acciones para saciar sus necesidades en su medio físico y social (Álvarez et al., 2011). Se estima que las características individuales de las personas, son consideradas como factores predictores en la salud y son muy importantes para comprender los procesos involucrados en la adquisición de hábitos para el mantenimiento o deterioro de su propia salud (Morell et al., 2016). Dicho lo anterior, se puede inferir que, la personalidad realmente puede tener algún tipo de dominio sobre el estilo de vida de cada individuo, teniendo en cuenta que dentro de sus facultades esta se encarga de determinar los patrones de conducta de cada persona ante distintas situaciones y el cómo estos escogen vivir la vida. Se considera que, los patrones de conducta están basados en los aspectos de la personalidad y que estos se encargan de forjar el estilo de vida de los individuos, siendo estos patrones: el temperamento, el cual se manifiesta desde el momento en que nacemos y puede ser heredado; por otra parte, está el carácter, es construido conforme a las experiencias que vivimos y del ambiente. En el caso de la inteligencia, se asocia con el modo cómo nos relacionamos con el mundo de acuerdo con nuestras habilidades; y no menos importante están los roles sociales, los cuales se vinculan a los papeles que cumplimos como personas en nuestro contexto social (Gómez Acosta, 2018). Es por ello, que se plantea realizar esta investigación la cual tiene como objetivo determinar la relación entre el estilo de vida saludable con los factores de la personalidad, el estudio se realizará con estudiantes de Nutrición y Dietética de la Universidad del Sinú que cursan segundo y décimo semestre.