Resumen:
La dignidad humana es un principio fundamental que reconoce el valor
inherente y la igualdad de todos los seres humanos. En el contexto de la
cosificación del cuerpo femenino como negocio jurídico, surge la discusión en
torno a la subrogación uterina por gestación en Colombia.
La subrogación uterina, también conocida como vientre de alquiler, es un
proceso mediante el cual una mujer lleva un embarazo y da a luz a un niño con el
propósito de entregarlo a otra persona o pareja que desea convertirse en padre o
madre. Este proceso se lleva a cabo a través de un acuerdo legal en el que la
mujer gestante renuncia a sus derechos sobre el niño.
En este contexto, la cosificación del cuerpo femenino se refiere a tratar a
las mujeres como meros objetos o medios para lograr un fin, en este caso, la
satisfacción de los deseos de otras personas que desean tener un hijo biológico.
Al considerar el cuerpo femenino como un negocio jurídico en el que se puede
alquilar un útero para gestar un bebé, se corre el riesgo de reducir a las mujeres a
meros instrumentos de reproducción, vulnerando así su dignidad y autonomía.
La dignidad humana implica respetar la autonomía y la integridad física y
psicológica de cada individuo, reconociendo su valor como ser humano más allá
de su capacidad reproductiva. La cosificación del cuerpo femenino en la
subrogación uterina puede generar situaciones de explotación y desigualdad, ya
que las mujeres gestantes podrían ser sometidas a presiones económicas o
sociales para participar en este proceso, limitando su capacidad de decisión y
autonomía. Además, existe el riesgo de que se perpetúe la desigualdad de género
al considerar el cuerpo de las mujeres como un recurso explotable.