Resumen:
El impacto es la huella o señal en salud que da un abordaje que marca los objetivo para mejorar y mantener la salud de los individuos ofreciendo una herramienta práctica basada en evidencia que permita mejorar los procesos de planeación dentro de los gobiernos. (1) La salud sexual se define como un estado de salud física, emocional, mental y social relacionado con el sexo. Su uso requiere una serie de derechos reconocidos internacionalmente, incluido el derecho al placer sexual, la educación sexual integral o la atención de la salud. Al mismo tiempo, la adolescencia es un período crítico de la vida que asegura el bienestar futuro, especialmente en lo que respecta al sexo (2), mientras que la salud sexual y reproductiva implica el estado de bienestar físico, mental y social en las áreas relacionadas a la reproducción, por lo cual se permita llevar una vida sexual segura y tener la capacidad de tener hijos si se desea así como el cuándo y cuantos tener. Para mantenerla es crucial que las personas tengan acceso a información sobre sus derechos sexuales y reproductivos (3).
La importancia de reconocer esto es de carácter legal y regulatoria, lo que hace que fundamentemos este estudio en la Resolución 3280 de 2018 y sus estándares para los programas de salud sexual y reproductiva de adolescentes, identificando de qué forma los programas de salud sexual y reproductiva allí establecidos, impactan en la población adolescente. El sexo es una parte integral de la personalidad; existe a lo largo de la vida humana, desde el nacimiento hasta la muerte, Cada uno se comporta y vive de manera diferente y se manifiesta de diferentes formas.