Resumen:
Combatir el desempleo en la localidad tres de la ciudad de Cartagena es evidentemente
necesario si se quiere resolver los problemas de la economía y el mercado laboral. Pero esto no es
suficiente, también hay que atacar la informalidad. Lamentablemente, Cartagena no se ha
avanzado mucho en esta cuestión.
El modelo económico de los últimos gobiernos (basado en la atracción de inversión
extranjera, entrega de subsidios y explotación de recursos naturales) no favorece la creación de
empleos formales ni la producción de riqueza. Una de las cosas que sí son evidentes es que, así
como sucede en otros países, en Colombia se cree que la informalidad laboral es menos grave que
el desempleo. Algunos de los que estudian los problemas del empleo y el mercado laboral
(académicos, tecnócratas, políticos y periodistas, entre otros) parecen pensar de esta manera. Para
ellos, es suficiente que el desempleo haya bajado para concluir que hay más trabajo, que el
crecimiento de la economía se mantiene y se consolida, y que por eso la economía avanza en una
buena dirección. Estos consideran que la economía puede ir bien aunque la mitad de los
colombianos sean trabajadores informales, y las cifras de informalidad hayan permanecido casi
iguales que en la década pasada.
En Cartagena los problemas de la economía y el mercado laboral no están siendo
eficazmente tratados. Nuestra economía no es tan productiva como sería deseable: los
colombianos no ganamos lo suficiente, y nuestras condiciones laborales no son las más idóneas
para que podamos vivir bien. Esa situación podría cambiar si, en lugar de centrarnos en la
reducción del desempleo, combatiéramos la informalidad laboral en la localidad tres.
Descripción:
Caracterizar el empleo informal en la localidad tres (industrial y de la bahía) en la ciudad de Cartagena, por medio de la medición estadística de este fenómeno, con el fin de proponer estrategias de solución para esta problemática.