Resumen:
La histerectomía abdominal es la intervención quirúrgica ginecológica que más se realiza en la mujer, pues se considera que antes de los 60 años, 1 tercio de las mujeres son sometidas a esta en los EE.UU (1–3). La indicación más frecuente es la masa pélvica, habitualmente los leiomiomas, pero también los tumores ováricos, y el sangrado vaginal anormal que no responde al tratamiento médico (2,4). En 1988 H. Reich realizó la primera histerectomía laparoscópica, sin embargo fue publicada un año después, lo que provocó el nacimiento de una nueva técnica (5,6).
La histerectomía por vía laparoscópica permite una mejor visualización gracias a la magnificación de la anatomía y la patología existente, mejor acceso al fondo del saco de Douglas y las fosas ováricas, mejor control hemostático, así como disminución del dolor de la incisión abdominal (7). Las ventajas de la histerectomía laparoscópica consisten en menor dolor posoperatorio, estancia hospitalaria corta y la recuperación de la paciente más rápida (8).
En una histerectomía por laparoscopia, la disección se continúa hasta que el útero se libera en forma completa de sus ligamentos y queda libre en la cavidad pélvica sostenido por el manipulador uterino. El útero se remueve a través de la vagina y se cierra la cúpula vaginal laparoscópicamente con suturas (9). Las suturas más utilizadas en nuestro medio son las suturas absorbibles sintéticas, las cuales fueron desarrolladas en respuesta a los problemas de antigenicidad, reacción tisular y tasas impredecibles de absorción del catgut. (7)
En la técnica quirúrgica de la histerectomía total laparoscópica, la sutura de la cúpula vaginal puede cerrarse de forma continua o con puntos sueltos interrumpidos, o dejarla abierta con una sutura coronal hemostática que cerrará por segunda intención. A la vez, pueden utilizarse distintos tipos de material de sutura. Dejar la vagina abierta permite el drenaje de sangre y previene la formación de hematoma, pero dentro de sus complicaciones se asocian la contaminación bacteriana e infección pélvica. Dejar la vagina cerrada elimina la contaminación peritoneal por la flora vaginal pero no permite el drenaje de sangre y puede originarse formación de hematoma (5).
Es importante conocer que se producen reacciones inflamatorias del tejido debido a la presencia de material de sutura que persistirán mientras el cuerpo extraño permanezca dentro del tejido. El grado de reacción del tejido a su vez depende en gran medida de la naturaleza química y las características físicas de los diversos materiales de sutura (10)
Los granulomas en la cúpula vaginal provocan un retardo en la recuperación así como aparición de otros síntomas que causaran molestias y signos de alarma si hay aparición de sangrado vaginal además de proceder al paso nuevamente por quirófano para la realización de cauterización de este (10)
En este trabajo buscamos comparar la utilización de polidioxanona (PDS) y poligalactina910 (Vicryl) para la sutura de cúpula vaginal y su influencia en la formación de granulomas.