Resumen:
El tracto gastrointestinal constituye la principal
superficie de intercambio y comunicación entre el
medio externo y el medio interno. Con e la actividad
del tracto gastrointestinal, el individuo obtiene dos
importantes beneficios: nutrición, por la digestión y
absorción de nutrientes; y también defensa, por
reconocimiento de elementos foráneos y desarrollo
de sistemas de prevención y rechazo de posibles
agresiones desde el mundo exterior. La dieta aparece
como elemento clave para la relación simbiótica
entre los microorganismos del intestino y del animal
hospedador. El anfitrión, huésped o sujeto
proporciona hábitat y nutrición a las comunidades del
tracto intestinal, y estas contribuyen a la salud del
anfitrión.