Resumen:
Desde hace más de cincuenta años Colombia ha padecido un conflicto armado interno que ha estado determinado, entre otras causas, por la configuración de un patrón inadecuado de ocupación, distribución y uso del territorio, unido a una deuda histórica de garantía de derechos, en donde las consecuencias más graves de esa lucha armada las han sufrido las poblaciones más vulnerables, principalmente campesinas. Un conflicto complejo, con dinámicas territoriales y de poder particulares que varían en cada región.
Es por ello que se ha podido evidenciar que en las regiones más afectadas por la violencia, el conflicto armado se presenta como el mayor justificante para que fenómenos como el despojo, el desplazamiento forzado y la fraudulenta venta masiva de tierras se hayan convertido en parte de la cotidianidad de quienes habitan estas zonas del país, fraccionando enormemente el tejido social, tal como ha ocurrido en el caso que nos ocupa del departamento de Bolívar (territorio ubicado en el norte de la región Caribe colombiana, con población vulnerable) específicamente las subregiones de Montes de María y sur de Bolívar.