Resumen:
La disfunción de la superficie ocular incluye un grupo de enfermedades que causan deterioro de la superficie ocular generando diversos signos y síntomas a los pacientes. El síndrome de ojo seco (SOS) es probablemente el subtipo más común dentro del espectro de las causantes de disfunción de la superficie ocular, sin embargo, otros subtipos pueden estar presentes junto a la enfermedad de ojo seco o pueden simularla. La prevalencia de la enfermedad de ojo seco con y sin síntomas puede variar entre 5 a 50% según la literatura1.
La cirugía de cataratas es uno de los procedimientos quirúrgicos más comunes que se realizan alrededor del mundo. Los pacientes que se someten a una cirugía de catarata generalmente son mayores de 50 años. Así mismo, el síndrome de ojo seco y la Disfunción de las glándulas de Meibomio (DGM) son enfermedades muy comunes y su prevalencia aumenta significativamente con la edad2. La incidencia de SOS y enfermedad de la superficie ocular en los candidatos a cirugía de cataratas que se encuentran asintomáticos es mayor de lo que se pensaba anteriormente1. Esto significa que, pacientes que asisten a la consulta pre-quirúrgica de catarata y no refieren sintomatología que se relacione a la superficie ocular, podrían pasar desapercibidos y no ser diagnosticados. Dado que se ha demostrado que la disfunción de la superficie ocular tiene un impacto adverso en la función visual y puede empeorar después de la cirugía, es fundamental identificar y tratar cualquier anormalidad en la película lagrimal y la superficie ocular antes de la cirugía de cataratas1.
Por lo anterior, resulta pertinente la realización de un estudio en el que se investigue la prevalencia y los diversos factores de riesgo que se asocian a SOS, en el que se realice un examen clínico oftalmológico completo, incluyendo pruebas para síndrome de ojo seco a los pacientes que van a ser llevados a cirugía de cataratas en nuestra población.